1. Psicólogos Collado Villalba
  2. Blog
  3. El trauma en la relación

Trauma relacional

El trauma acumulativo

Una de las teorías contemporáneas del trauma que quisiera destacar es la teoría del microtrauma intergeneracional desarollada por la psicóloga americana Margaret Crastnopol (2011).

Esta autora, basándose en el principio de trauma acumulativo de Masud Khan (1963), participa de la idea de que ante las ansiedades típicas que se producen durante el desarrollo psíquico del niño, sus cuidadores no lo protegen de ellas y no se adaptan, por sus propias problemáticas, a las necesidades que el niño muestra para poder evolucionar. Tampoco son capaces de abordar las necesidades evolutivas y normales de dependencia del niño.

El microtrauma

El microtrauma es lo que es (nada dramático, oculto y acumulativo) en parte debido a que tiene lugar en una relación que es en general suficientemente buena.

Crastonopol acota este tipo de trauma a aquellas situaciones que mientras son vividas por el sujeto no le generan daño aparente en el momento, y es solo con el paso de los años, en la adolescencia o en la adultez, cuando se ven los efectos negativos de esta acumulación de pequeños traumas traducidos en diversas formas de interaccionar no adaptativas para el sujeto.

La dinámica microtraumática

Este tipo de conflictos se observa en los integrantes de distintas generaciones y en direcciones diversas, por ejemplo, del abuelo hacia el nieto, de padres a hijos y viceversa.

Esta autora señala que los traumas generacionales microscópicos, son aquellos traumas más sutiles y difíciles de reconocer, por lo que resultan más difíciles de aprehender y curar. Debido a estas características, es más fácil que este tipo de traumas puedan no ser explicitados, permanecer disociados o reprimidos, acumulándose en silencio, por lo que resultan más destructivos.

El impacto repetido de un microtrauma, señala Crastnopol, produce una «contusión psíquica», a través de una serie de objetos internos que agreden de forma leve pero insistente, y que van dañando la autoestima y deteriorando la relación con los demás.

La relación micro-traumática perturba, como si de una breve interferencia se tratase, la propia sensación de bienestar, eficacia o cohesión. Pequeños hechos acaecidos en la infancia de un sujeto, pero con fuerte componente emocional, pueden llevar a largo plazo a que este sufra diversos problemas relacionales y desajustes de la personalidad.

El conflicto intergeneracional

Crastonopol señala que como consecuencia de la multiplicidad del self (identidad) y contextualidad de la experiencia psíquica, se encuentran entrelazadas  las diferentes imágenes subjetivas de las personas de distintas generaciones, con las que que cada individuo ha tenido relación.

Por tanto, los tonos frívolos, moralistas, sádicos de la determinada forma micro-traumática de relacionarse de cada uno, serán registrados de forma diferente por familiares de distintas generaciones.

Los recuerdos heredados suelen poseer el estatus de sagrados , y moldear el sentido de la propia historia e individualidad.

Un niño puede poseer a veces una visión más clara de las cualidades negativas de sus mayores que la que sus padres pueden tolerar. Percibir esta discrepancia puede generar sentimientos de deslealtad y culpa en el niño, haciéndole sentir «malo».

Toda persona debe asumir las discrepancias entre los recuerdos que posee de cada uno de los miembros de su familia, especialmente los agresivos y destructivos, y las múltiples y diferentes imágenes que los otros pueden tener de esas personas.

El apego a un objeto interno o representación de una figura significativa, sutilmente destructiva, condiciona por asociación nuestro sentido de bondad-culpa y ansiedad.

Los cinco modos de relación microtraumática

Maquillado

El maquillado o transformación de aspectos de la realidad, consiste en la negación o desatención selectiva de las debilidades o aspectos inadecuados propios o del otro. Esto conlleva a crear una imagen distorsionada de los cuidadores frente al niño, a la vez que se le enseña de modo implícito una estrategia de negación de los defectos y aspectos negativos.

Hiperafecto e intimidad molesta

El otro es hipervalorado aunque en este caso a través de una afectuosidad indiscriminada referida a las maravillosas cualidades del otro. Las personas que se sienten impelidas a proyectar un aura positiva se encuentran defendidas contra sentimientos de falta de adecuación o de vacío, que brotan de un terror existencial.

Las consecuencias de la sobreprotección y la falta de límites da lugar a comportamientos tiránicos, a límites difusos, a falta de compromiso, falta de esfuerzo y constancia…

Maestría compartida

Consiste en que un individuo hiperdiscriminativo acostumbra a impartir su «especial» conocimiento de excelencia a otro y de esa manera, aparentemente, comparte su «grandeza» con él. 

Este tipo de maestría destructiva genera sentimiento de insuficiencia y humillación.

Pequeños asesinatos

Refleja los desaires, críticas, insultos y menosprecios que las personas se inflingen las unas a las otras. Estas puyas son «mortíferas» por su capacidad de erosionar la confianza y la seguridad en uno mismo.

Aislamiento caprichoso

Una forma de agresión continuada que resulta particularmente dolorosa para el otro es la que se inflinge mediante la evitación de participar en la relación.

Esta conducta pasiva-agresiva interrumpe de forma brusca el deseo interdependiente de apego, y el otro queda sumido en un estado de privación e impotencia.

Referencias
Crastnopol, M. (2011). «Oculto a simple vista»: El micro-trauma en la dinámica relacional intergeneracional. Clínica e Investigación Relacional, 5 (2): 237-260.

Esther Sánchez Gutiérrez

Esther Sánchez Gutiérrez

Licenciada en Psicología Clínica. Psicóloga General Sanitaria. Psicoterapeuta de orientación psicoanalítica. Miembro de IPR (Instituto de Psicoterapia Relacional).

Artículos que podrían interesarte…

Adictos a la inmediatez

Adictos a la inmediatez

Anhelamos tener un estilo de vida que pueda escogerse a la carta, en la que uno pueda señalar con el dedo. Y que el resultado, con exquisita exigencia, a poder ser lo componga otro, rapidito y con suculencia.

Share This